En un nuevo episodio del conflicto entre Ucrania y Rusia, la Fuerza Aérea ucraniana ha informado de un ataque que resultó en la muerte de hasta 30 militares rusos en la localidad de Kondrativka, en la región rusa de Kursk. Según el comunicado del Estado Mayor ucraniano, esta operación busca debilitar la capacidad del Ejército ruso para llevar a cabo combates en las regiones vecinas de Sumi y Kursk, donde Ucrania aún mantiene control sobre parte del territorio.
El ataque, que no especificó el armamento utilizado, se enmarca en una estrategia más amplia de Ucrania para reducir el potencial militar ruso. A pesar de los avances rusos en Kursk en las últimas semanas, las fuerzas ucranianas continúan lanzando operaciones para contrarrestar la ofensiva enemiga.
Mientras tanto, Rusia ha intensificado sus ataques con drones sobre diversas regiones de Ucrania, causando daños materiales significativos en áreas como Járkov, Sumi, Poltava y Odesa. Las defensas aéreas ucranianas lograron derribar 78 drones, aunque algunos lograron impactar, junto con un misil Iskander, en territorio ucraniano.
Este intercambio de ataques ocurre en un contexto de negociaciones en Arabia Saudí, donde ambas partes exploran la posibilidad de un alto el fuego. Sin embargo, las tensiones siguen siendo altas, y el conflicto parece lejos de una resolución inmediata.