SANTO DOMINGO – El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ha intensificado su postura frente a los miembros que critican o se distancian de su línea oficial, aplicando sanciones disciplinarias con rapidez y mostrando indiferencia ante las renuncias de figuras históricas.
El caso más reciente involucra al exsenador José del Castillo Saviñón y su esposa Clarinee Ovalles, quienes fueron convocados por el Tribunal Nacional de Ética y Disciplina del PLD por “actos en contra de la organización”. Del Castillo Saviñón renunció antes de comparecer, siguiendo el patrón de otros dirigentes como Carlos Amarante Baret y el diputado Carlos Sánchez, quienes también abandonaron el partido tras recibir citaciones similares.
La cúpula peledeísta, encabezada por el expresidente Danilo Medina, ha adoptado un discurso de fortaleza institucional, asegurando que estas salidas no afectan la estructura ni el ánimo del partido. Sin embargo, analistas señalan que la acumulación de renuncias refleja una sangría interna que favorece principalmente al partido Fuerza del Pueblo, liderado por Leonel Fernández.
Durante el último congreso del PLD, la presencia de Del Castillo Saviñón fue percibida como incómoda, recordando episodios similares vividos por Félix Bautista en 2019. Su intento de provocar una renovación interna al renunciar al Comité Político no logró el efecto deseado.
Mientras tanto, Medina ha intensificado sus recorridos por las provincias en busca de reencantar a la base peledeísta, en un esfuerzo por contrarrestar la pérdida de dirigentes y consolidar el liderazgo del partido de cara a los próximos comicios
