Nueva York — A medida que los pagos electrónicos se convierten en la norma en restaurantes y bares de Estados Unidos, los trabajadores del sector advierten que las propinas digitales están afectando sus ingresos de manera significativa.
Colton Trowbridge, mesero con experiencia en Kansas y Nueva York, asegura que las propinas en efectivo son más gratificantes, ya que permiten disponer del dinero de inmediato. Esto representa un alivio para quienes dependen de sus ingresos diarios para cubrir gastos básicos.
En contraste, las propinas con tarjeta pueden tardar días o incluso semanas en ser procesadas, y están sujetas a errores, omisiones o descuentos. En muchos estados, los establecimientos están autorizados a deducir los cargos por procesamiento de tarjetas de crédito, lo que reduce el monto final que recibe el mesero. Por ejemplo, una propina de 10 dólares puede convertirse en 9.70 tras aplicar una comisión del 3 %, práctica prohibida únicamente en Maine, Massachusetts y California.
Ante esta realidad, trabajadores y expertos aconsejan a los comensales llevar efectivo si desean que su gratitud llegue de forma directa y completa a quienes los atienden.