Los ladrones y el santo inquisidor de los megavatios

Los ladrones y el santo inquisidor de los megavatios

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Por: Pedro René Almonte M.

El hecho de recordar los acontecimientos pasados, o sea tener memoria, es uno de los criterios que nos otorga la condición de seres vivos (el estar vivo). Los miles de “seres vivos” que sufren alzhéimer o demencia severa, y  que les imposibilita recordar quienes son, están respirando pero se encuentran muriendo la vida o viviendo la muerte (mi solidaridad con ellos y sus familiares). Pero los que sí podemos todavía recordar e investigar, tenemos la obligación de hacerlo; como es mi caso con relación a este escrito.

Por lo tanto, yo haré hoy los dos ejercicios; voy a recordar y también voy a investigar sobre la relación de don Celso Marranzini con el sistema eléctrico dominicano. Lo que recuerdo : Celso Marranzini (el zar del sector eléctrico) entra por la puerta grande en el año 2009 ( aunque ya en los 90 era un peje mediano) , cuando Leonel Fernández sustituye a Radhames Segura por Celso Marranzini, y ya para esa fecha decía lo mismo que ahora , las EDES se deben privatizar. Pero vamos a unos años más atrás (sigo recordando). Entre las reformas que se llevaron a cabo entre los años 1996-2000, siendo Presidente de la República, Leonel Fernández, se reformó todo el sistema eléctrico,  que estaba controlado en su totalidad por el Estado con la Corporación Dominicana de Electricidad (CDE). La distribución de la electricidad fue privatizada y las distribuidoras EDENORTE y EDESUR, eran propiedad de una empresa española llamada Unión Fenosa. La gestión de Unión Fenosa “fue tan provechosa para el Estado Dominicano”, que luego en el año 2002 cuando se crea la ley de electricidad, Hipólito Mejía nacionaliza las EDES, y no es hasta 2010, siendo Leonel Presidente y Celso Marranzini Vicepresidente de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), cuando ya hablaba Marranzini de privatizar las EDES, por lo cual a petición del propio Celso, Leonel echó a patadas a los gerentes de las EDES. Lo que investigué: Mediante el decreto 519-10, Leonel designó como gerente de EDEESTE a Francisco Leiva Ladabur, en sustitución de Rubén Bichara. También nombró como administrador de EDENORTE a Eduardo Saavedra Pizarro, en sustitución de Félix Tavárez, mientras en EDESUR colocó a Marcelo Rogelio Silva Iribarne, sustituyendo a Lorenzo Ventura.

Tal parece que Celso Marranzini, no sólo cree decididamente en la privatización de las EDES, sino que tampoco confía en el talento y capacidad de los dominicanos, sólo hay que leer los nombres anteriores para darse cuenta que  extranjeros sustituyeron a dominicanos. Parecería casualidad lo de Milton Morrison, pero no lo es. José Luis Actis (argentino), Milton Morrison (Dominicano).

En tal sentido, he querido hacer uso de mis recuerdos y mi capacidad de investigar porque nuevamente, Celso Marranzini embiste como un toro de miura con el mismo discurso de 2010: Las EDES son el problema. La privatización es la solución. Pero ahora Celso fue más allá, el señor Marranzini dijo que el círculo vicioso del sector eléctrico está formado por las pérdidas (técnicas y no técnicas), las tarifas, el déficit financiero, la falta de recursos para la inversión, el mal estado de las redes eléctricas y el Hurto.

Ahora las EDES, no funcionan porque son públicas y al ser públicas los dominicanos no pagamos o nos robamos “la luz”. Por lo que Celso se constituirá en un “santo inquisidor”, que saldrá a buscar los dominicanos que no paguen y los mandará para legal (como los bancos), y hasta quiere meter al presidente en la chismografía fantoche de emitir un decreto para que los empleados públicos puedan ser sometidos a la vergüenza pública. A Celso se le olvidó que el presidente que lo nombró llegó ahí con los votos de la gente. El sistema eléctrico y su marco jurídico tienen los medios para que la gente pague y para penalizar al que se roba la luz, pongan a funcionar la procuraduría del sector eléctrico.

Serán meses de cortes de electricidad, dijo Celso, así que preparémonos y mientras tanto yo recordaré un merengue de Kaki Vargas (hermano de Sergio Vargas): “Los mosquitos puyan”.

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