Los fabricantes operan hoy en uno de los entornos de amenazas más implacables. Su dependencia de la tecnología operativa, las cadenas de suministro interconectadas y la protección de la propiedad intelectual los convierten en un blanco prioritario para los ciberdelincuentes.
De acuerdo con ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, la industria manufacturera enfrenta un nivel de riesgo cada vez más alto, con ataques que combinan exploits técnicos, ingeniería social y robo de credenciales para infiltrarse de manera silenciosa y estratégica antes de atacar.
“El ransomware ha demostrado cuán expuesto está el sector. Los atacantes saben que cualquier hora de inactividad tiene un costo enorme, y eso los vuelve un objetivo ideal para la extorsión”, advirtió Camilo Gutiérrez Amaya, jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.
Según datos de IBM, el sector manufacturero fue el más atacado a nivel mundial durante el último año, concentrando el 26% de los incidentes reportados y hasta un 40% en la región de Asia-Pacífico.
