Desde lo más profundo de mi ser

Desde lo más profundo de mi ser

Spread the love

En una ocasión un terapeuta me recomendó “Las mujeres que aman demasiado, ya lo había leído antes, sin embargo, cada lectura del mismo libro trae aprendizajes diferentes, lo que el creador del universo quiere que aprendas en ese momento.

Con mucha rapidez empecé mi lectura, me desesperé y puse un audio libro en 2.0, a medida que el libro avanzaba reconocía, en cada capítulo cuantas veces me convertía en uno de esos personajes, así que rápido inicié el cambio.

El primer cambio, es que no me importa si usted me tilda de loca, pongo limites, a los amigos, a la familia, en el trabajo y la pareja, porque el primer bienestar que debo procurar es el mío.

En este tiempo corto que se llama vida, que no sabemos en qué momento nos vamos, no me pierdo a mí misma, aprendí a no TOLERAR, lo que no me hace sentir bien, así que empecé por dejar de frecuentar lugares, personas y actividades.

Dejé trabajo, en el cual me sentía que no podía avanzar, aunque sea para estar en mi casa, claro (no estoy diciendo que si usted no cuenta con los recursos para dejar de trabajar lo haga), lo que, si me permito decir desde mi experiencia, es que hay que crear las bases para que pueda organizarse y tomar medidas.

La medida correcta es la paz, la tranquilidad, aprendí a exigir lo mismo que doy, no recibo menos del respeto que doy, entonces, no es cierto que, en ninguna relación personal, ni laboral, usted no debe esperar nada a cambio.

¿Qué ocurre cuando damos, sin recibir? nuestro recipiente se queda vacío, jamás debes dar sin recibir, ese es un cuento que nos han vendido, hay que dar amor, pero hay que recibir, entonces a partir de ahora vamos a cultivar relaciones reciprocas.

Nos han hecho creer que somos egoístas, si somos exigentes, lo peor que puede pasar es que una persona se vaya, ¿y para que querer quedarse con quien se quiere ir? duele al principio, prefiero un dolor pasajero a uno permanente, de quedarme donde no me quieren.

Empecé a sentir la libertad de decidir a quién frecuentar, de poder decirle a personas sin ninguna culpa, no te quiero en mi vida y lo cierto es que se siente libertad, sin faltar al respeto y sin entrar en discusiones. Es mi derecho.

El guía de la iglesia me dijo un día, no hija, no estas mal, la sociedad tiene pocos valores, no es cierto que yo como sacerdote voy a estar rodeado de mujeres, porque la tentación hay que andarle lejos, soy un hombre y soy pecador, debo tener en cuenta siempre eso.

Hay libros que nos cambian la vida, hay textos que nos dicen exactamente lo que Dios nos quiere decir.

Me dijo una amiga en estos tiempos esta de moda ser empaticos, eso no significa ser pendejo, esta bien poner distancia a lo que te daña.

Siéntase libre, siéntase en paz, esa es la medida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

/*