La Central Nacional de Detallistas Unidos (CNDU), manifestó este jueves que ese sector finaliza este 2025 al borde de una quiebra masiva como consecuencia de sus altos costos operativos, la competencia surgidas de la instalación de grandes superficies, el establecimiento de nuevas cadenas de supermercados y la decisión gubernamental de llevar los programas como Supérate a los grandes negocios y no a los más de cinco mil colmados para el que fue concebido.
Ricardo Rosario, presidente de la entidad, durante su intervención en el desayuno convocado para sensibilizar a sus miembros sobre la realidad que los golpea, sostuvo que al cierre de este año 2025 el comercio detallista de provisiones, aunque siguen siendo los líderes en distribución de alimentos, operan de forma atomizada.
“Operamos en desigualdad con las cadenas de supermercados, las que existen y la que están llegando que, utilizando economía de escala, abaratan sus costos y como no existe ningún tipo de regulación se instalan en provincias, municipios y barrios compitiendo de manera desigual con los pequeños minoristas”, precisó el dirigente comercial durante la actividad.
Dijo que ese sector, además de que compra de manera individual, sus costos operativos representan entre un 19 y 23 % de las ventas dependiendo el lugar donde se encuentre.
Rosario citó entre esos costos el pago de alquileres, de electricidad, transporte, empleados, combustibles, los arbitrios, pero, sobre todo, el pago de intereses por financiamiento.
