Estocolmo, Los científicos estadounidenses Victor Ambros y Gary Ruvkun
merecieron hoy el Premio Nobel de Medicina y Fisiología, por el descubrimiento del microARN y su papel en la regulación génica postranscripcional.
Con este estudio, explicó la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska, se conoce que el genoma humano codifica más de mil microARN, que están «demostrando su importancia fundamental para el desarrollo y el funcionamiento de los organismos».
Precisan en su fundamentación que el premio de este año se centra en el descubrimiento de un mecanismo regulador vital utilizado en células para controlar la actividad de los genes. La información genética pasa del ADN al ARN mensajero (ARNm), a través de un proceso llamado transcripción, y luego a la maquinaria celular para la producción de proteínas.
Allí, los ARNm se traducen para que las proteínas se fabriquen de acuerdo con las instrucciones genéticas almacenadas en el ADN.
Como es habitual cada primer lunes de octubre arranca la semana de otorgamiento de estos lauros que distinguen además a personalidades e instituciones de la física y la química así como en literatura, política, economía, psicología y sociología.
Instituido en 1895 y entregados después a partir de 1901 en homenaje al científico sueco Alfred Nobel (1833-1896), descubridor de la dinamita, el de fisiología y medicina es uno de los cinco premios establecidos en el testamento de su gestor.
El primer premio Nobel de Fisiología o Medicina fue otorgado en 1901 al alemán Emil Adolf von Behring por su trabajo en la terapia con suero, en especial su aplicación contra la difteria, estudio que abrió un nuevo camino en el campo de la ciencia médica.
En 2023 lo merecieron los estadounidenses Katalin Karikó y Drew Weissman, por sus descubrimientos sobre las modificaciones de la base nucleósida que permitieron el desarrollo de vacunas eficaces de ARNm contra la Covid-19.