Por: Pedro René Almonte M.
La democracia en términos concretos y llanos, no es más que el poder en manos del pueblo. Los griegos, Platón y Aristóteles definieron la democracia como la organización social y política que atribuye el protagonismo del poder al conjunto de la ciudadanía. Platón llamó la democracia como el gobierno de la multitud y Aristóteles por su parte, como el gobierno de los más. Luego autores como Thomas Hobbes, John Locke y Rousseau ampliaron aún más el concepto de soberanía del pueblo. La democracia se puede clasificar en dos formas preponderantes: Directa y Representativa. En ambas, juega un rol importante lo que se llama “la regla de la mayoría”, que es el derecho que tiene la mayoría a que se adopte su posición cuando existen varias propuestas. Utilicemos pues la democracia en el caso de La Vega. Dado que la constitución y la propia ley de municipios, no aportan claridad ni puntualidad al hecho de que el Presidente pudiera tener la facultad, de con lápiz y papel designar a un alcalde por el que La Vega no votó; entonces esto pudiera generar un ambiente de ingobernabilidad y crispación, que tal vez supere las fronteras de la ciudad culta y olímpica. Digo esto porque sectores de la oposición están esperando al Presidente en la bajaita , para someter el caso al Tribunal Constitucional , lo que pudiera construir un camino escabroso para las reformas que el oficialismo tiene pendiente llevar a cabo en el futuro inmediato . El gobierno no necesita más ruidos que el que ya genera un “paquetazo”. En tal sentido, parece ser que convocar a unas elecciones para elegir al nuevo alcalde de La Vega, sería la opción más viable. Pero… ¿cuál pudiera ser el procedimiento a seguir? En el caso del PRM, que es quien ha generado el impasse, tiene varios candidatos que quieren optar a la misma posición. Para solucionar a lo interno les propongo : convocar a una convención donde sólo participen los miembros del PRM y sus aliados en la ciudad de La Vega , teniendo como árbitro a la Junta Central Electoral (JCE) . Ya elegido su candidato por elección popular, ir a elecciones y que el pueblo de La Vega elija a su alcalde. Ya veremos a quien quieren los veganos, sabiendo que los liderazgos no se cuecen en un microondas ni en los despachos. La democracia es el poder en manos del pueblo y si cuesta, que nos cueste.