
Washington, EE. UU. – El secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., declaró que el Trastorno del Espectro Autista (TEA) podría prevenirse, señalando la existencia de una “toxina ambiental” como causa principal del aumento de los casos en el país.
“Los genes no causan epidemias. Pueden generar vulnerabilidad. Se necesita una toxina ambiental”, expresó Kennedy durante una entrevista con NBC News, aunque no presentó evidencias científicas que respalden su afirmación.
El funcionario se comprometió a identificar dicha toxina como parte de su agenda de salud pública. Sin embargo, sus declaraciones han generado controversia en la comunidad científica y médica, que sostiene que el autismo es una condición compleja con múltiples factores genéticos y ambientales, aún en estudio.
Las declaraciones de Kennedy han reavivado el debate sobre las causas del TEA y la necesidad de mantener enfoques basados en evidencia científica para comprender y abordar esta condición que afecta a millones de personas en todo el mundo.