El papa Francisco, de 88 años, acudió hoy a la cárcel Regina Coeli en Roma para compartir con los presos en la celebración del Jueves Santo, una tradición que ha mantenido desde el inicio de su pontificado, incluso en medio de su convalecencia por problemas de salud
El pontífice llegó a la penitenciaría, ubicada en el barrio de Trastevere, poco antes de las 15:00 horas locales (13:00 GMT), a bordo de un vehículo
Una visita esperada pero no confirmada
Aunque se esperaba su presencia, la Santa Sede no confirmó previamente la visita, ya que dependía del estado de salud del papa, quien sigue recuperándose tras haber estado 38 días hospitalizado por una neumonía bilateral
Desde su elección en 2013, Francisco ha dedicado los Jueves Santo a visitar cárceles y centros de acogida, reafirmando su compromiso con los más vulnerables
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